Los edukadores
Los edukadores (en alemán Die fetten Jahre sind vorbei, "Los años de abundancia han pasado") es una película alemana de 2004 escrita y dirigida por el austríaco Hans Weingartner y protagonizada por Daniel Brühl. Fue nominada a la Palma de Oro como mejor película de 2004 en el Festival de Cine de Cannes.La película narra los eventos sucedidos a tres activistas anticapitalistas (aparentemente anarquistas): Jule (Julia Jentsch), Peter (Stipe Erceg), Jan (Daniel Brühl).
Argumento
Jule es una camarera que trabaja para pagar una deuda de casi 100 mil Euros, por haber chocado un lujoso automóvil Mercedes Benz de un millonario apellidado Hardenberg (Burghart Klaußner). Debido a los compromisos de la deuda no puede pagar la renta, es desalojada y debe mudarse con su novio Peter, quien a la vez comparte el apartamento con su amigo Jan.Peter decide tomar vacaciones en Barcelona, por lo que deja a su novia con Jan quien revela a esta las actividades a que se dedican con Peter durante las noches: los jóvenes entran a las casas de personas millonarias, desordenan las cosas y dejan mensajes como "Sus días de abundancia están contados" o "Tienes demasiado dinero", con lo que pretenden "educar" a los propietarios de las mansiones, ya que no roban nada. Jule pide a Jan entrar a la casa de Hardenberg, quien se encuentra de vacaciones. Durante la incursión Jule y Jan se besan. Jule olvida su teléfono móvil en la mansión, por lo que se ven obligados a regresar al día siguiente. Ya dentro, son descubiertos por Hardenberg quien regresa inesperadamente, por lo que deciden llamar a Peter, quien también ha regresado de su viaje. Entre los tres deciden tomar como rehén a Hardenberg conduciéndolo a una casa de campo de un pariente de Jule, en los Alpes, donde permanecen por varios días mientras resuelven qué hacer
Allí se genera una relación sentimental entre Jan y Jule que afecta la amistad entre los tres. También se enteran por boca del propio Hardenberg de que él mismo ha sido un activista radical en los años 1960, militó en la Federación Socialista de Estudiantes Alemanes y fue amigo de Rudi Dutschke. Luego abandonó sus ideales. Los tres jóvenes finalmente deciden devolver a Hardenberg a su hogar y este promete no denunciarlos. El millonario le entrega a Jule una nota manuscrita en la cual le condona su deuda. Luego aparentemente no cumple su promesa de no denunciarlos y al poco tiempo acude con un operativo policial a la vivienda de los jóvenes. Allí encuentran la casa vacía y en la pared una nota que dice "Manche Menschen ändern sich nie" (algunas personas nunca cambian). Peter, Jan y Jule ya han "escapado" a Barcelona después de haber solucionado sus diferencias. Así termina la película. Pero en otro final alternativo, desde España continúan con sus planes anticapitalistas: utilizando el yate y los recursos que financia Hardenberg van camino a consumar la idea anterior de Jan de volar las antenas de una isla de telecomunicaciones poco vigilada, que provee la señal de televisión a gran parte de Europa Occidental.
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